Si amáis, que éstos sean vuestros deseos Fundiros y ser como un arroyo que canta su melodía por la noche. Conocer el dolor de la inenarrable, excesiva ternura. Despertar al alba con el espíritu alado y dar gracias por otro día de amor. Adormeceros con una plegaria para el ser amado en vuestro corazón y con un cántico de alabanza en vuestros labios. Khalil Gibrán |
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